Según una leyenda en la historia de los Papas existió un Papa mujer. Su reinado como Obispo de Roma y como Pontífice lo colocan después de la muerte del Papa Benedicto III.
Juana, cuenta la leyenda nació en Maguncia (Germania) siendo niña muere su madre y el padre la toma a su cuidado. Su padre era predicador ambulante y era muy solicitado para predicar en retiros espirituales en conventos donde siempre le pedían que se alojara allí.
Es así como Juana pasa a vestirse como varón, a pedido de su padre para poder tener comida y alojamiento en aquellos conventos que solo admitían varones.
Siempre fue considerada como un joven recatado algo tímido y muy estudioso. Tanto era la estima que los monjes tenían por su padre que cuando este salía de viaje dejaban que el niño se quedara en el convento para seguir con sus estudios.
Juana escondiendo siempre su condición de mujer creció en un ambiente de religiosidad y erudición que estaba vedado a las mujeres de su época. Cuando sus estudios se lo permitían acompañaba a su padre en los viajes y es así como hizo amistad en Alejandría con jóvenes que conoce en conventos donde se alojaban. Muchos de estos jóvenes con el tiempo llegaron a Obispos y uno de ellos llegó ser Patriarca de Alejandría. Es ahí donde estos amigos comienzan a llamarlo “Juan el Ingles” por el dominio que tenía del idioma. A la muerte de su padre manifiesta al superior del convento su voluntad de abrazar la carrera sacerdotal. A la muerte del Papa León IV que gobernó la iglesia del año 847 al 855 fue nombrado Papa Benedicto III año 855 al 858. Este Papa que había sido superior del convento en el que estudió “Juan el Ingles” sabía de las amistades que había hecho Juan en Alejandría lo mandó buscar para que fuese su secretario en asuntos internacionales, porque no eran buenas las relaciones de la iglesia de Roma con la iglesia ortodoxa de Alejandría.
Asesorado por “Juan” Benedicto III realizo la paz con todos los demás grupos religiosos de las iglesias ortodoxa copta y las iglesias ortodoxas griegas. Benedicto III muere en el año 858 amado por su pueblo. Todos los Cardenales reconociendo que el éxito de Benedicto III se debía a la buena gestión de “Juan”
Lo nombran Papa por unanimidad. Se lo conoció con el nombre de Juan VIII “El Angelical” y gobernó la iglesia por 2 años 7 meses y 4 días. Como todo Papa Juana tuvo su valet o ayuda de cámara que le preparaba la ropa y lo (la) ayudaba a vestir los pesados hábitos ceremoniales. Y sucedió lo inevitable, Juana queda embarazada. Ocultando su embarazo bajo las ropas eclesiásticas en tanto pudo, cumple con todos los actos oficiales. Pero sus asesores y personal subalterno se van dando cuenta que el Papa tiene un serio problema. Algunas versiones de la leyenda dicen que Juana da a luz durante una procesión de Corpus Christi y luego es linchada por el pueblo, pero hay otra versión que nos parece la más acertada y acorde con la inteligencia y prudencia de esta mujer que gobernó la iglesia por 2 años. La versión dice que después de dar a luz en los aposentos del Vaticano Juana renuncia y se retira a un convento de monjas para dedicarse pura y exclusivamente a su hijo. En su lugar es nombrado Nicolás I. El reinado de
El Papa Nicolás I sucesor de Juana toma los recaudos necesarios para evitar sea elegida una mujer como Papa y crea la “silla gestatoria” que es una silla para llevar al Papa en andas pero con la particularidad de tener una abertura en el asiento para poder introducir la mano. El futuro Papa debía sentarse en ella y un representante de los Cardenales presentes introduciendo la mano por la abertura debía comprobar el sexo del Papa. La silla gestatoria en la actualidad, tiene otra finalidad; conserva la forma de un pequeño trono provisto de dos travesaños y se la usa para llevar a hombros al Papa en actos de gran ceremonia.
Un dato a favor de la de la leyenda es que en esa época aparecen los naipes Tarot y como número 2 de los Arcanos Mayores, la carta tiene el dibujo de una mujer Papa llamada “
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